Artritis: A fin de realizar un tratamiento eficaz de la osteoartritis, los cartílagos y el líquido sinovial de las articulaciones debe estar protegido contra la destrucción. Esta función de protección la realiza el colágeno, así como la restauración de los cartílagos de las articulaciones mediante el apoyo o mejora de la síntesis del líquido sinovial, el cual se requiere para lubricar las articulaciones.

También inhibe las enzimas que destruyen los radicales libres y procesos autoinmunes que degradan los cartílagos articulares y elimina bloqueos en los vasos sanguíneos que conducen a la articulación.

Las proteínas del colágeno ayudan al cuerpo a rejuvenecerse de forma natural a fin de regenerar los cartílagos y restituir una función articular sana.

El envejecimiento y los traumas deterioran la capacidad del cuerpo para usar sus propios agentes condroprotectores, lo que ha conducido a una epidemia de artritis en todo el mundo.

Antienvejecimiento: La producción de colágeno en el cuerpo se hace drásticamente lenta a medida que la persona envejece. Este proceso de enlentecimiento ocurre de forma invisible y bastante insidiosa. Se inicia hacia la mitad de los veinte años, se acelera en los treinta y los cuarenta y los cambios resultan más acentuados entre los cincuenta y los sesenta años.

La falta de colágeno o su uso inadecuado por el cuerpo, es lo que provoca el proceso de envejecimiento. Además de sus numerosas propiedades estructurales, el colágeno sirve como el principal catalizador para el crecimiento y reparación de prácticamente todos los tejidos del cuerpo. Muchas enfermedades que se presentan con el envejecimiento están relacionadas con el suministro de esta proteína vital para el cuerpo y con desórdenes en el propio colágeno.











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